Tras la estela de Rarindra Prakarsa, ha surgido una nueva generación de fotógrafos indonesios, que parecen hacer alarde un gran dominio técnico y se popularizan en occidente a través de internet. No tienen grandes medios (Rarindra Prakarsa tomaba fotos con una Canon EOS 1000D y las colgaba en redes sociales), pero parecen comprender muy bien la luz y la producción fotográfica. Musin Yohan es otro de esos casos de un fotógrafo anónimo encumbrado gracias a la red. Su trabajo está centrado en fotografiar la cotidianeidad de Indonesia. Su visión de ésta es optimista: transmite sentimientos positivos a través de los cuales pretende hacernos comprender la bella diversidad del mundo en el que vivimos. En su trabajo se puede apreciar su obsesión por capturar las imágenes a través de la luz, y esta cumple un importante papel en sus composiciones. Tal es así que no duda incluso en recurrir a la fotografía infraroja, para captar aquello que nuestros ojos son incapaces de ver. Según Musin, es la