El Teatro Colón, situado en la Ciudad de Buenos Aires, es uno de los teatros de ópera más importantes del mundo por su tamaño, acústica1 y trayectoria. Es considerado uno de los cinco mejores teatros para la ópera por su excepcional acústica.
Pertenece a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Su creación fue una iniciativa del Intendente Torcuato de Alvear en 1886. Tres años más tarde se realizó una licitación pública para su construcción, en la que triunfó la propuesta del músico y empresario de ópera italiano residente en Argentina, Angelo Ferrari (1835-1897), quien acompañó su oferta con un proyecto del arquitecto e ingeniero italiano Francesco Tamburini (1846-1890). El lugar original para construir el teatro era una manzana en el cruce de las avenidas Rivadavia y Entre Ríos pero, como ésta se destinó finalmente al futuro Palacio del Congreso Nacional, se compró la manzana que ocupaba la Estación del Parque del Ferrocarril del Oeste, frente a la actual Plaza Lavalle.
En 1890, cuando la construcción apenas llegaba al primer nivel, falleció Tamburini, por lo que se hizo cargo de la continuación su colaborador, el arquitecto italiano Vittorio Meano (1860-1904), formado en Turín. En 1892 Meano introdujo cambios notables en el proyecto y continuó dirigiendo la obra, de lenta ejecución, hasta su asesinato en 1904. Asumió entonces la dirección su discípulo belga Jules Dormal (1846-1924), a quien se deben las terminaciones interiores de refinada calidad y rica ornamentación.
Los sucesivos arquitectos conciliaron en su diseño estilos tan disímiles como el ático-griego, que predomina en el exterior y, en palabras de Meano, "los caracteres generales del Renacimiento italiano, la buena distribución y la solidez propias de la arquitectura alemana, y la gracia, variedad y bizarría de ornamentación asociadas a la arquitectura francesa", hasta conformar un admirable ejemplo del estilo ecléctico del siglo XIX. Si bien el proyecto original de Tamburini era claramente Segundo Imperio, muy influido por la Ópera Garnier, Meano lo cambió al estilo italianizante y Dormal le dio detalles art nouveau.
Luego de casi veinte años de construcción, el edificio fue finalmente inaugurado el 25 de mayo de 1908 con una puesta de Aída, de Verdi, con Lucia Crestani y Amedeo Bassi en los papeles principales. Sin embargo, se siguió trabajando en detalles y en los interiores hasta después de 1910.
En rigor, la importancia urbana del Colón excede el marco de una sala de espectáculos para figurar, junto con el Palacio del Congreso y la Casa Rosada, entre los edificios históricos más representativos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
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