Unas bailarinas reales camboyanas practican su arte junto a los templos de Angkor. En los bajorrelieves esculpidos en los muros de piedra, otras bailarinas parecen ejecutar la misma danza. La fotografía fue publicada en el reportaje «Las cuatro caras de Shiva: los misterios de Angkor» en la Geographic de septiembre de 1928. Aunque convertida en protectorado francés a partir de la segunda mitad del siglo XIX hasta su independencia en 1953, Camboya conservó su monarquía al frente de los asuntos internos del país. El rey, según requería la tradición, mantenía a su cargo un amplio cuerpo de bailarinas. Éstas, por lo general pertenecientes a la nobleza, eran elegidas entre las mujeres más bellas del reino, aquellas que destacaban por su gracia y destreza.
Fuente:
www.nationalgeographic.com
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