Avanzada la tarde, cuando por fin llegamos a Mammoth Hot Springs, pudimos contemplar por primera vez de cerca aquella tierra encantada», escribió el fotógrafo William Henry Jackson, quien acompañó al explorador Ferdinand Hayden durante su expedición a Yellowstone en 1871. Jackson cargó a lomos de una mula más de cien kilos de equipaje para el viaje, entre los cuales había cientos de frágiles placas de cristal en las que revelaba las fotografías. Los estanques termales de Yellowstone demostraron ser algo más que fotogénicos. Según Jackson, también ayudaron a acelerar el proceso de revelado: «Al lavar las placas en el agua que brotaba de los manantiales a 70 °C, podíamos reducir a más de la mitad el tiempo de secado». Sus imágenes fueron determinantes para convencer al Congreso de Estados Unidos de que declarase aquella región parque nacional, el primero del país. Una petición que se hizo realidad al año siguiente
Fuente
www.nationalgeographic.com.
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